Atacada. Así he terminado mi lectura del libro de Dolores Redondo
El Guardián Invisible.
No soy muy de leer novela negra. Sobre todo porque tengo la teoría de que no puede existir nada mejor que la trilogía Millenium en este género y no me apetece leer medias tintas.
Pero en cuanto escuché hablar de
El Guardián Invisible supe que tenía que leerlo. Primero porque la historia pasa aquí, al lado de casa, en el valle de Baztan, al norte de Navarra. En Elizondo más concretamente. Y eso en términos novelescos es justo al lado.
Las demás razones aparecen claramente explicadas en este genial programa de
Página2:
aquí.
Y supongo que la novela la he disfrutado, o sufrido según por dónde se mire, tanto por en hecho de sentirla tan nuestra, tan patria. Con esos bosques que son iguales que los míos, esa mitología que a mí también me han contado o esas palabras en euskera que realmente no tienen traducción.
Sin duda totalmente recomendable este nuevo estilo narrativo de la novela negra vasca, menudos mal ratos que me hizo pasar... sólo digo que no me atrevía a leer el libro una vez que hubiera anochecido.
Besos!