miércoles, 10 de septiembre de 2014

...y sigo con Karmele

Hace un tiempo ya que os conté que empecé una metamorfosis corporal en el Centro de salud y estética avanzada Karmele. Allí me enseñaron la importancia de cuidarse por dentro y por fuera para lucir resplandeciente y sobre todo, que la dieta es un estado mental. ¿A qué me refiero con esto? Pues a que hoy en día todos sabemos lo que hay que comer y lo que no, y que al final es tu mente la que hace posible que te cuides o no. En una dieta estás o no estás. Porque estar pa' na' es tontería.

En Karmele me han enseñado la importancia de disfrutar cuidándome y de notar cómo me siento mejor cuando me alimento como es debido. Este estado mental es imprescindible cuando se emprende un largo viaje, porque yo no buscaba milagros, sino resultados duraderos.

Empecé en enero y llegué al verano con unos cuantos kilos menos, viéndome más guapa y utilizando vestidos que hace algunos años que no me ponía. Las chicas de Karmele son las culpables de que los leggins me quedaran flojos. Pero en verano tampoco me he amargado, digamos que hemos hecho una especie de stand by para mantenerme, un equilibrio entre cuidarme y no pasar amargada todo el verano. Al final me he dado cuenta cuántas veces comía helado por inercia y no porque realmente me apetecía.


La dieta nutricionista la hemos ayudado con tratamientos corporales. En mi caso tenía grasa dura y apenas líquidos retenidos por lo que la mayoría de los tratamientos fueron destinados a romper esa grasa a base de masajes para luego eliminarla mucho más fácil. Pero de un tiempo a esta parte me enchufan a una máquina totalmente diferente: el NEAS Topology System. Son unos especies de imanes que se colocan en pies, manos y nuca y que hacen que circule una energía por todo el cuerpo. No sé explicarlo mejor. La historia es que estas energías hacen que te sientas bien, relajada, positiva y de buen humor. Se puede utilizar para tratar dolores pero en mi caso es más para equilibrar el interior. Digamos que si tengo el páncreas equilibrado no me van a dar ataques de ansiedad, por lo que es más fácil seguir alimentándome como es debido. La explicación podría ser mucho más exhaustiva pero supongo que así se entiende. Lo que más me gusta del tratamiento es lo relajada que salgo, como en una nube.

Además de todo esto, os diría que lo que más me ayuda son las conversaciones que tengo con ellas. Ese "¿Qué tal vas? ¿Cómo lo llevas?" y poder desahogarte con todos tus miedos y dudas. En un proceso largo da tiempo para todo. También he leído algún libro que me han recomendado sobre cómo influyen las emociones y el estado mental en el sobrepeso... aunque esto ya os contaré otro día.

Pero aún no ha acabado mi camino. Con la llegada de septiembre toca darle duro otra vez, mentalizarme de que las cosas hay que hacerlas muy bien para ver los resultados. Empezamos operación bikini 2015.

Seguiré informando...



Besos!


P.D.: Aquí la web de Centro Karmele donde os podéis informar de todos los tratamientos de belleza y bienestar que realizan.

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