lunes, 2 de marzo de 2015

La hoguera de las vanidades: terminado.

A veces los libros tienen su momento. Será por eso que no le tengo miedo a empezar más de uno y luego dejarlos y luego retomarlos otra vez. Cuando no estoy disfrutando del todo uno, prefiero guardarlo para cuando sí lo haga.

Hoy he terminado La hoguera de las vanidades, la obra cumbre de Tom Wolfe que empecé en verano y dejé justo en la mitad. Odio cuando me pasa eso. Quedarme justo en la mitad de un libro gordo, ni para adelante ni para atrás. Miras todo lo que has leído hasta entonces y te das cuenta que te queda otro tanto por leer. Así que lo arrinconé, no sin cierto sentimiento de culpa por no sentirme maravillada por la prosa de Wolfe (aunque sí me hacía mucha gracia), pero había que afrontar la verdad y era que prefería leer otra cosa.


Olvidado estuvo hasta que iba a empezar con El libro de Jonah de Joshua Max Feldman y pensé: "Por qué voy a empezar un libro sobre New York si ya tengo otro por la mitad". Por lo que lo retomé y tan contenta. Me ha alegrado los viajes de autobús del último mes y lo he disfrutado mucho más de lo que hice bajo el sol veraniego. Será que la atmósfera gris era más propicia para estas lluvias que no terminan.

Sea lo que fuere, ahora sí era su momento. Por lo que no tengáis miedo me apilar libros empezados, mejor eso que leerlo mientras se mira a otros de reojo. Así tengo ahora La constelación del perro que tan bien ponen en todos lados. No sé si es que me ha pillado a destiempo o que realmente no es tan buena como quieren venderla. Igual es que necesito un clima más apocalíptico que estas lluvias. Aunque lo de Noé fue xirimiri comparado con esto.


¡Besos!


P.D: De cuando no me enganché en verano y me estresé.

1 comentario:

  1. Acabas de definir lo que me está pasando ahora mismo con Mrs. Dalloway, de Virginia Woolf. Lo empecé hace unas semanas porque era lectura obligatoria de una asignatura de Literatura, pero no me dio tiempo de terminarlo antes del examen. Sin embargo, me gustaba y pensé: "antes de leer otra cosa me lo termino". Pero no hay manera, oye. Así que lo voy a dejar arrinconado para cuando vuelva a tener ganas.

    Un beso, Maia!

    ResponderEliminar