lunes, 12 de mayo de 2014

Los casi treinta



A veces se nos olvida qué poco necesitamos para pasar un fin de semana perfecto.

En mi caso, ha sido suficiente, con mis amigas, sin olvidarnos del vástago que una de ellas lleva dentro, una caravana en Las Landas y un Trivial Pursuit del año 87 (más o menos).

Y una se da cuenta que nos vamos haciendo mayores. Ya no sólo porque tenemos al primer descendiente de camino, sino porque tenemos las suficientes anécdotas vividas juntas como para pasar todo el fin de semana recordándolas entre risas. Muchas risas. Porque nos tienen que reconocer que hemos sido (seguimos siendo) jodidamente divertidas.

E ir madurando así como que no molesta tanto. Las arrugas se miran con cierto orgullo si son por reírse tanto. Porque puede que ahora lo más importante no sea aguantar despiertas hasta el amanecer, y definitivamente el queso, la fruta y el vino han desbancado en la lista de la compra a todas aquellas bolsas de Matutano que tanto nos emocionaba comprar. Pero qué más da.

Los casi treinta han llegado de la mejor manera. Seguro que los treinta también lo harán.


Besos!


P.D.: Uva y queso sabe a beso.

1 comentario: