viernes, 5 de diciembre de 2014

Friday Night Fever

Dicen que los viernes noche son para cometer locuras. O puede que me lo haya inventado yo. Lo cierto es que con el frío que hace en la calle y lo mucho que estoy hibernando últimamente, mis locuras se reducen a las cuatro paredes de la casa donde vivo.

¿Cuándo empecé a querer un abrigo de pelo de leopardo en silencio? Ya ni me acuerdo. Supongo que hace un par de años. Pero como ya tenía el otro abrigo de pelo bicolor, me negaba a caer en las redes de más pelo sintético. Al final, el tiempo esperado no ha hecho más que incrementar mis ansias de tenerlo.


El plan A fue preguntarle a mi hermana a ver si utilizaba el que nuestra madre me compró en Primark hace un tiempo y que ella se llevó a Barcelona después de que yo dijera que tenía suficiente con el bicolor peludo. La respuesta de mi hermana fue para enmarcar: "Me lo pongo para estar en casa. Es tan caliente y me siento tan diva..." Así. Con eso se supone que comparto genes. Por suerte, le pareció razonable que yo lo quisiera para andar por la calle así que aprovechando que venía a pasar unos días se lo trajo en la maleta. Hoy he ido a visitarla a casa y me la he encontrado desayunando enfundada en el abrigo. Según ella, disfrutando de los últimos momentos con él. Aunque al probármelo delante del espejo no ha resultado lo que yo imaginaba. Demasiado oscuro, demasiado peluche. Vuelta a devolverle a mi hermana lo que era suyo.

Y así me he plantado, el viernes a la noche, aguantándome las ganas de hacerme con un abrigo de leopardo y de mi sesión anual de Mientras Dormías. Lo primero, porque mi parte racional me decía que ya volví de Madrid con un abrigo nuevo que no me quito de encima y porque las rebajas están a la vuelta de la esquina (aunque soy de esas mujeres que viven con miedo de que justo lo que les gusta no va a llegar a enero). Lo segundo, porque siempre hago lo mismo, veo la que es mi película navideña favorita a principios de diciembre (por no decir a últimos de noviembre, este año superé la prueba) y luego me paso todas las Navidades con ganas de volver a verla y autoimponiéndome la ridícula ley de no repetir. Creo que este año la ley va a ser abrogada.

Por lo que tenía dos opciones, no comprar el abrigo y seguir viendo capítulos de The Good Wife como una loca, o comprarme ese precioso abrigo de leopardo que me estaba esperando en Asos (en serio, ¿qué haría sin esta tienda?) y disfrutar de la mirada de Bill Pullman. Soy débil ante las tentaciones y bastante tengo con seguir la dieta de June estrictamente por lo que... click, click y a disfrutar.


Qué disfrutéis de estos deliciosos tres domingos y de sus desayunos. Mi viernes noche no podría empezar mejor.

¡Besos!

2 comentarios:

  1. Yo también he soñado con el abrigo de leopardo perfecto toda mi vida, lo llevaría con pantalón pitillo negro, jersey de cuello alto negro, bailarinas o botines chelsea negros.
    Y "Mientras dormías" me encantó en su día, desde luego volveré a verla.

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  2. Para mí tiene ese punto de elegancia arrabalera. Como imaginarse a Bette Midler con ese abrigo y a Tom Waits con estos zapatos de Jo Ghost interpretando "I never talk to strangers"

    http://bit.ly/128NqDL

    https://www.youtube.com/watch?v=YlxBaKsvnn0

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