domingo, 30 de julio de 2017

Comprando en julio

Rebajas, esa palabra que tan deseada era hace unos años y que tan poco dice ahora. Puede que mi lista de adquisiciones que venga a continuación indique lo contrario, pero hace ya un tiempo que dejé de volverme loca esperando los días señalados. Atrás quedaron las épocas en los que me hacía con vestidos que tampoco me gustaban tanto en colores que tampoco me favorecían tanto o cuando llenaba el carro de trapos simplemente por el hecho de que tocaba comprar algo. Con lo que me agobia llenar el armario con cosas que no utilizo, creo que he llegado a ese punto en el que compro con cabeza. Toquemos madera para no volver al lado oscuro.

Principalmente, supongo que he aprendido a tener paciencia. En saber justo qué es lo que quiero, pensar en con qué me lo pondría, en si tengo algo parecido en el armario o algo que me sirviera en las mismas ocasiones. Doy tantas vueltas que puede que me termine volviendo loca pero al menos mi bolsillo y mi armario lo agradecerán. Mi modus operandi ha cambiado, quizá gracias a Pinterest, pero ahora compro para cubrir una necesidad, ya sea real o amorosa, pero en mi cabeza sé lo que quiero y lo busco con ahínco hasta encontrar algo que me convenza. 

Este año, estoy especialmente contenta. No voy a decir que hice una lista y que la he seguido a pies juntillas, digamos que identifiqué mis necesidades y que estoy aprendiendo dónde buscar mejor. 

Aquí están:

-Zapatillas blancas: Lo sé, están en todos los lados y justo por eso yo también me di cuenta que era el calzado veraniego que necesitaba porque iba bien con todo mi armario. Aquí donde me veis tan fina, mi pie tiene la anchura del de un hobbit, por lo que he aprendido a ir a Vans de cabeza. Me llegó un vale de Zalando diciendo que me echaban de menos blablabla y lo aproveché para hacerme con unas Vans básicas, blancas y con velcros. Estoy encantada.

-Chanclas: Mucho zueco sueco precioso pero al final termino pasando el verano en chanclas, me ha costado mucho reconocerlo pero así es, soy demasiado comodona. Y ese es el punto donde unas sandalias que antes te parecían feas como las Birkenstock, las terminé probando y son tan cómodas que me enamoré de su belleza interior. El año pasado ya me hice con unas Arizona que no me quité y este año he ido en caza y captura a por el modelo Madrid Eva en blanco. Perfectas para ir a la playa y que de igual que se llenen de arena.

Pero antes de las Birkenstock, el reinado era exclusivamente de las Havaianas y todavía al menos un par tengo que tener. He repetido el modelo gris-plata unas tres veces y como todavía las tengo (aunque tan viejas que me da vergüenza sacarlas a la calle), en Amazon encontré unas salmón-naranja a mitad de precio y me lancé.

-Zapatillas de deporte: Necesitaba renovar mis zapatillas de "hacer deporte" (supongo que no soy la única que es incapaz de ir al gimnasio con las mismas zapatillas que luego utiliza para "vestir"), ya no sé cuantos años tenían y otra vez mirando en Amazon, boom, unas Nike preciosas con un -60% a 40€.


-Jersey de invierno: Llevaba unos días buscando use jersey perfecto de invierno que yo llamo con "estilo nórdico", me había rastreado las rebajas y los outlets de mis tiendas online de cabecera, pero nada. Hasta que ayer, entramos en las rebajas de las Galeries Lafayette a salsear y ahí estaba, con un -70%+-20% por ser ayer. Casi lloro de la emoción. 

Pero quizá lo más gracioso fue cuando el domingo pasado bajé a hacer algunos recados y encontré una de esas tiendas que abren los domingos para los turistas. Entré y encontré (por fin) el cárdigan mostaza que llevo buscando ya no sé ni cuantos años. Cosas del destino.

-Parka de invierno: Porque haciendo honor a la verdad, fue la parka la que casi me hizo llorar de la emoción en Lafayette. Una preciosa para gordita, de un tono ocre que me hará salir del verde militar de siempre. Y sí, con el mismo descuento que el jersey, en un precio de risa. 


Compras pendientes que seguiré buscando con paciencia por si suena la flauta:

-Reloj: Porque tengo dos y ninguno de los dos me convence ahora mismo, al final voy sin nada, cosa que me da mucha pena porque siempre he sido muy de llevar reloj.

-Clutch dorado: Fui de las que sucumbió a aquel clutch tipo neceser que sacó Zara hace unos ¿ocho años?. Lo he utilizado, me ha encantado sacarlo de paseo aún cuando las masas dejaron de hacerlo, siempre que el día necesitara algo de brillantina. Pero ahora el pobre está ya perdiendo lentejuelas por el camino intentando imitar a Pulgarcito, por lo que va siendo hora de buscarle sustituto. Si no aparece nada, amenazo con comprar un retal de terciopelo dorado e intentar hacerme esa maravilla que sacó Acne Studios hace unos años.


Y así, ni vestidos, ni faldas, ni bolsos (ya tengo el más bonito de todos o sea que para qué), ni camisetas... aunque si encuentro alguna camiseta marinera de manga larga no respondo. 

Un abrazo,
Maddalen

5 comentarios:

  1. Yo este año también estoy super contenta. Llevo un tiempo en plan minimalista y feliz con mi armario. He aprovevhafo los descuentos para comprar básicos de buena calidad: sandalias negras de tacón bajito, una camisa blanca de buen algodón, una biker de piel y unos botines de color cuero sin adornos que llevaba años buscando! Sé que no me los voy a quitar y que son buenas inversiones. Creo que por fin he aprendido a ir de rebajas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso es, Maite. Poco a poco le vamos cogiendo el truco ;)

      Eliminar
  2. Una compras preciosas! Me has puesto los dientes largos con el cardigan mostaza😜, yo tampoco consigo dar con él, en qué tienda lo has comprado? Gracias por anticipado!

    ResponderEliminar